Las mujeres del Land Art
- Alice Aycock (Hurrisburg, Pensilvania, EEUU)
Project for a simple network of underground wells and tunnels, 1975.
Esta artista e historiadora del arte, nacida en Harrisburg (Pensilvania) en 1946, ha trabajado poniendo de relieve las débiles barreras entre la escultura, la arquitectura y el diseño de exteriores. En 1975 fue invitada a participar en la exposición “Projects in Nature: Eleven Enviromental Works”, en la que once artistas presentaron trabajos en un terreno de 50 hectáreas.
El que ella exhibió fue Project for a simple network of underground wells and tunnels, un sencillo entramado de pozos y túneles subterráneos que requirieron seis canalizaciones efectuadas con bloques de hormigón.
El área sobre la que se levanta la obra estaba delimitada por un muro hundido en una zanja; tres de los túneles no eran practicables y los otros tres servían de acceso al sistema subterráneo de canalizaciones. Al levantar la tapa de madera de una de las canalizaciones y descender por la escalerilla, el espectador se encontraba en un estrecho túnel de 80 cm de ancho y unos 70 de alto, así que solo podía arrastrarse hasta la siguiente abertura o volver atrás.
Pese a que sus obras, a diferencia de las de la mayoría de los creadores del Land Art, no reflejan la topografía específica del entorno, sí están ligadas a un lugar concreto: no pueden ser trasladadas ni destruidas, así que el terreno en el que se cimentan es parte irrenunciable de las mismas.
- Nancy Holt (Worcester, Massachusetts, EEUU)
desierto del nordeste de Utah, en un emplazamiento que eligió tras una larga
búsqueda y que ella misma adquirió: una parcela de 16 hectáreas.
Sobre ella dispuso luego en forma de cruz cuatro enormes tuberías de hormigón de
casi seis metros de largo y tres de diámetro, los Túneles del Sol. Su posición axial
se corresponde con las posiciones extremas del sol sobre el horizonte durante los
solsticios de verano e invierno. En esta época, en las semanas correspondientes al
21 de junio y el 21 de diciembre, la luz solar inunda casi por completo las tuberías.
Cada una de las cuatro piezas de hormigón cuenta con perforaciones adicionales de
distintos tamaños que se corresponden con la situación de cuatro constelaciones
(Draco, Perseo, Columba y Capricornio). De día, la luz penetra en las tuberías a
través de esos agujeros y proyecta patrones cambiantes circulares y elípticos sobre
su suelo.
Las tuberías centran la mirada sobre el paisaje y la luz, así que se agudiza nuestra
percepción del aparentemente infinito desierto.
Holt necesitó cuatro años para finalizar las obras de Sun Tunnels. Trabajó con un
astrofísico y varios astrónomos, ingenieros, topógrafos y un carpintero, con una
empresa constructora de tuberías, operadores de perforadoras, conductores de
apisonadoras, volquetes, excavadoras, hormigoneras, camiones y grúas, técnicos
de imagen y sonido, un piloto de helicóptero y empleados de un laboratorio
fotográfico.
Al margen de su origen industrial, los Sun Tunnels no dan la impresión de ser
elementos ajenos a su entorno, pues el color del material empleado (el hormigón,
mezcla de arena y cemento) se adecuan al paisaje desértico. Según contó Holt, este
proyecto solo puede existir en ese lugar concreto: la obra es hija de su entorno. Las
palabras y las fotografías de la obra son rastros de la memoria, no arte. En el mejor
de los casos, son estímulos para que la gente vaya a ver la obra de verdad.
- Patricia Johanson (New York)
Johanson era neoyorquina, nacida en 1940, y en 1968 instaló una escultura de medio kilómetro de longitud sobre un trecho de vía abandonada en Buskirk, y la bautizó como Stephen Long, en recuerdo del ingeniero y diseñador de locomotoras decimonónico. La escultura carece de ángulos de observación perspectivistas y sus dimensiones exceden el alcance visual del espectador, induciéndole a recorrer el terreno contiguo a la escultura. Las tres líneas de color rojo, amarillo y azul, brillaban con tal intensidad en el juego de luces y sombras en contraste con su entorno, que era posible concebir las sencillas formas lineales de la escultura como parte y como marco del paisaje.
En un manuscrito, la artista escribió “las líneas pueden interpretarse como carreteras, caminos, agua, puentes o pasos elevados” La línea se convierte en un vehículo a través del cual explorar todos los sistemas que contiene: la luz y el color naturales, ecosistemas acuáticos, el tiempo, las plantas, los animales, la geología… Aún hoy, la línea trazada sigue siendo para Johanson método y estrategia en sus diseños de jardines y parques públicos.
- Mary Miss (New York)
Miss nació en Nueva York, en 1944. Para poder ver su Perimeters/Pavilions/Decoys, primero teníamos que encontrarlo, y no era demasiado fácil.
Se encontraba en un terreno de hierba de 1,6 hectáreas, protegido por maleza y árboles, en las proximidades del Nassau County Museum y constaba de un conjunto de edificios que integran la topografía del lugar. No se puede describir el proyecto como arquitectura o como escultura, y además su retirada supuso su destrucción.
El título ya apuntaba a que se trataba de espacios que podían abrirse y cerrarse y su complejidad estructural solo podía ser experimentada en vivo. Al entrar en el espacio, lo primero que veían los espectadores eran las torres construidas con vigas escuadradas de madera clavadas sobre el terreno, dispuestas en cuadro y estabilizadas mediante cuatro estrechas plataformas de madera. Una rejilla metálica protegía el espacio existente entre las plataformas. La más alta de las torres medía cinco metros y medio, la mediana cuatro y medio y la construcción al borde del terreno, 3,6 metros. En esta última, las vigas estaban tan juntas entre sí que era imposible acceder al espacio que delimitaban. Continuando el recorrido, el público de se encontraba ante dos montículos semicirculares perfectamente integrados en la superficie del lugar, y tras ellos se hallaba una escalera que llevaba a una excavación cuadrangular.
Descendida la escalera, el visitante veía un sorprendente patio subterráneo de superficie superior a lo que la entrada permitía adivinar. Mediante vigas y tabiques de madera, Miss construyó un complejo espacio subterráneo con un pasillo a su alrededor. En las paredes exteriores del pasillo se habían abierto ventanucos que tan solo permitían asomarse. Daba la impresión de que la extensión del espacio oscuro subterráneo inaccesible tras los ventanucos era mucho mayor.
Dadas las grandes dimensiones de la instalación exterior y subterránea, el espectador tenía que desplazarse por el lugar, subir y bajar escaleras y reorientarse constantemente en el espacio. El aspecto del entorno cambiaba tan pronto se situaba tras las vigas de las torres o trepaba por la reja de las plataformas. La interpretación alegórica de esta obra, integrada en su entorno como una ruina de espacios vitales naturales, resultaba ineludible.
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