Aprendiendo Land Art con la Pedagogía Montessori
La mente de los niños posee una capacidad maravillosa y única: la capacidad de adquirir conocimientos absorbiendo con su vida psíquica. Lo aprenden todo inconscientemente, pasando poco a poco del inconsciente a la conciencia, avanzando por un sendero en que todo es alegría. Se les compara con una esponja, con la diferencia que la esponja tiene una capacidad de absorción limitada, la mente del niño es infinita. El saber entra en su cabeza por el simple hecho de vivir.
Se comprende así que el primer período del desarrollo humano es el más importante. Es la etapa de la vida en la cual hay más necesidad de una ayuda, una ayuda que se hace no porque se le considere un ser insignificante y débil, sino porque está dotado de grandes energías creativas, de naturaleza tan frágil que exigen, para no ser menguadas y heridas, una defensa amorosa e inteligente.
Se deben apreciar los “períodos sensibles”, en los cuales los niños pueden adquirir una habilidad con mucha facilidad. Se trata de sensibilidades especiales que permiten a los niños ponerse en relación con el mundo externo de un modo excepcionalmente intenso, son pasajeras y se limitan a la adquisición de un determinado carácter.
Por lo que, reconectar con la naturaleza, con nuestras raíces, es más que importante, ESENCIAL. Formamos parte de ella, y sin darnos cuenta nos hemos ido alejando generación tras generación.
El Land Art es una corriente que acerca al niño a la naturaleza. Es la relación que el artista toma con el paisaje. Una relación que va más allá del arte donde los principales protagonistas conectan entre sí, en este caso el niño y la naturaleza. Así vemos al ser humano y la tierra unidos en la exploración, en la invención, en la disposición, donde el paisaje se reconvierte.
Así que, si podéis escaparos a la naturaleza y ofrecer este recurso a los pequeños, puede ser muy beneficioso, no solo por las relaciones que se establezcan con los mismos niños de cooperación, respeto y unidad sino también de la relación que establecen con el medio ambiente.
Algunas actividades que se pueden realizar con ellos son:
- Con troncos y hojas podemos formar una obra fantástica, donde todos participan y trabajan de forma cooperativa.
- También con hojas, podemos crear diferentes objetos y figuras en el suelo, girándolos en un sentido dinámico para los niños.



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